Una tubería forzada es la tubería que lleva el agua a presión desde el canal o el embalse hasta la entrada de la turbina.
Las tuberías forzadas (penstocks) se ubican habitualmente en terrenos complejos, orografía abrupta y/o inestabilidad geotécnica, y soportan altas presiones de funcionamiento. Por ello exigen materiales y equipos de prestaciones adecuados a las necesidades extremas.
El sistema de conexión ha de ser fácil y simple, proporcionando altos rendimientos de instalación, y que no solo aporte un elevado coeficiente de seguridad, sino que en sus más de 50 años de vida útil las conducciones se mantengan seguras, estancas y plenamente operativas una vez puestas en funcionamiento.
Están diseñadas para soportar grandes cargas de presión y reducir al mínimo las pérdidas de energía durante el trayecto, de esta manera la turbina aprovechará la energía del agua para girar a elevadas velocidades. Estas tuberías dependiendo del contexto, pueden ser subterráneas o externas.
La construcción de las tuberías forzadas para centrales hidroeléctricas generalmente son en materiales metálicos de acero, concreto armado y otros componentes.