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Los procesos de meteorización que actúan sobre el macizo rocoso afectan tanto a los bloques de matriz rocosa como a los planos de debilidad o discontinuidad existentes. Como consecuencia de la meteorización mecánica o física de los macizos rocosos se pueden abrir las discontinuidades existentes o crearse otras nuevas por fractura de la roca, al romperse los contactos entre granos o producirse la rotura de los minerales de la matriz rocosa. Las discontinuidades son caminos preferentes para el agua, contribuyendo a incrementar la meteorización física y química.
El producto final de la meteorización in situ de los macizos son los suelos residuales. En ocasiones se denomina saprofito o regolito al macizo rocoso meteorizado que conserva la estructura rocosa, aunque la composición de la roca matriz se haya alterado y tenga menos resistencia que la roca sana, pudiendo presentar, además de las discontinuidades originales del macizo, otros planos de debilidad por alteración preferencial.
Según el grado de meteorización pueden conservar los bloques de matriz rocosa o presentar un comportamiento de suelos. Las diferentes fitologías son afectadas desigualmente por los procesos de meteorización, siendo éstos más intensos cuanto mayor es el tiempo de exposición a los agentes atmosféricos
. La profundidad de la meteorización depende del tipo de roca, tipo de clima y del tiempo de actuación de los procesos. Las rocas arcillosas, areniscas porosas y calizas blandas se meteorizan a mayor profundidad que los granitos o las rocas metamórficas. En climas húmedos tropicales los suelos procedentes de la alteración de los macizos rocosos pueden alcanzar los 20 ó 30 m de potencia. Un aspecto importante en la meteorización de los macizos rocosos son los procesos de descarga por erosión.
Como consecuencia de la disminución de la presión litostática, las masas rocosas se expanden a favor de planos de fractura que se generan paralelos a la superficie del terreno, dando lugar a una estructura en capas. Este fenómeno es más importante en determinados tipos de materiales que presentan planos de debilidad preexistentes, como las lutitas o pizarras.
Las rocas arcillosas o lutíticas se encuentran entre las más frecuentes en la superficie. La disminución por erosión de las sobrecargas que dan lugar a la formación de las rocas arcillosas por consolidación y litificación, provoca la relajación de los materiales y la apertura de las juntas tectónicas que normalmente los afectan, permitiendo la entrada de agua en las discontinuidades y en la propia matriz rocosa.
Después de algunas decenas de metros desde la superficie, las juntas aparecen cerradas y no se dan los procesos de meteorización
La Figura muestra un macizo ro coso arcilloso con elevado grado de alteración por de-compresión y meteorización física